Es un debate actual: ¿cuál es la mejor educación para los niños con autismo? Por un lado, hay quienes opinan que lo mejor para su formación es acudir a un centro de educación especial. En cambio, en el otro lado de la balanza, están los defensores de la educación inclusiva. ¿Tú qué opinas? ¿Cuál es la opción más adecuada? Fórmate con nuestro Máster Psicología Infantil y conviértete en un experto.

 

Niños con autismo: ¿Qué es este trastorno?

Es probable que alguna vez hayas oído hablar acerca de el pero no tengas todos los detalles. No te preocupes, para que sepas de qué vamos a hablar hoy, repasemos qué es el trastorno autista y qué implicaciones tiene.

El autismo forma parte del grupo de trastornos conocidos como Trastornos del Espectro Autista (TEA). Se trata de una afección neurológica compleja que tiene efectos sobre la capacidad comunicativa de una persona. Su aparición se produce durante los primeros años de vida de los pequeños y se mantiene a lo largo de su vida.

Aquí tienes un pequeño resumen de los principales indicios del autismo:

  • Falta de relación con los otros pequeños: sus relaciones sociales suelen ser limitadas o muy reducidas.
  • Ausencia de instinto de imitación: no juegan a “ser mayores” o a “cocinitas”.
  • Poco contacto visual: no suelen establecer contacto visual con otras personas.
  • Poco interés: Suelen mostrar poco interés y, generalmente, centran todo su interés en temas muy concretos que se vuelven repetitivos.
  • Autoestimulación corporal: suelen estimularse a si mismos con movimientos repetitivos y bruscos como el aleteo de las manos o el balanceo.

 

Tipos de autismo

Puede ser que estés en el mundo de la educación, estés en contacto con los niños o tengas un hijo que padece un trastorno de este tipo. Si este el caso, debes saber que existen varios grados o tipos de autismo.

No todos los trastornos del espectro autista son iguales. No todos se presentan a la misma edad ni tienen los mismos síntomas a nivel lingüístico, de desarrollo motriz o de otras capacidades.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), reconoce como autismo los cinco siguientes tipos:

  • Trastorno autista o síndrome de Kanner: Es el tipo más común y clásico. Está principalmente caracterizado por la poca interacción social, la ausencia de juego imaginativo y la limitación comunicativa.

 

  • Síndrome de Asperger: Este síndrome no afecta a nivel intelectual o físico. Los síntomas, que son parecidos a los del síndrome de Kanner, son únicamente comunicativos. Algunas características de Asperger es la incapacidad de ser irónicos o satíricos. Sus expresiones siempre son literales. Por otro lado, algunos niños con Asperger suelen tener una habilidad extraordinaria en algún campo en concreto. Por eso se relaciona muchas veces con el Síndrome del sabio, descrito por Darold Treffert.

 

  • Síndrome de Rett: Este tipo de autismo solo aparece en niñas. Produce una degeneración del sistema motriz y de conducta. También está asociado a problemas de retraso más graves.

 

  • Síndrome de Heller: El niño se desarrolla casi con normalidad durante los primeros años de vida. Los problemas empiezan a aparecer a partir de los dos años del pequeño y pueden sucederse hasta los 10. En este tiempo, el deterioro del desarrollo de la comunicación social y las habilidades motrices aparece a partir de los dos años. El pequeño que padece este síndrome sufre una regresión en sus habilidades.

 

  • Trastorno generalizado del desarrollo no especificado: Sus síntomas son atípicos. El trastorno no puede especificarse en ningún grupo.

 

Necesidades educativas de los niños con autismo

Debido al trastorno autista, los niños que lo padecen tienen una serie de necesidades educativas especiales. Aunque depende en gran parte del tipo de autismo que padezca, la educación personalizada es importante para ellos.

Mientras que algunos padres apuestan por centros de educación especial, otros, en cambio, defienden la educación inclusiva en centros “normales”. Antes de ver las dos metodologías, veamos entonces cuáles son las necesidades de estos pequeños.

El objetivo principal de la educación de los niños con autismo no debe ser la adquisición de todos los conceptos y teorías del currículo. Aunque el pequeño debe adquirir las mismas habilidades que sus compañeros su proceso de educación debe estar enfocado a la mejora de sus habilidades comunicativas y de su conocimiento social. Por eso es importante que los educadores deberán priorizar que el pequeño aprenda a realizar tareas determinadas y sepa cómo usarlas de manera espontánea.

 

La educación de los niños autistas

Antes de inscribir en un centro u otro a nuestro niño, tenga o no autismo, debemos valorar muchos factores. Pero si el pequeño al que estamos queriendo inscribir tiene un trastorno autista, debe además estar atento a otros factores añadidos.

Por ejemplo, uno de los puntos fuertes que debe mostrar esta futura escuela debe ser el profesorado. Es cierto que el profesorado está mínimamente formado para saber actuar en casos como este. Aun sí, deberemos priorizar que la experiencia de los profesores tenga relación con los niños con autismo.

De esta manera, nos aseguraremos de que el profesorado del centro es consciente de que no todos los niños con autismo tienen las mismas capacidades intelectuales, nivel lingüístico y de desarrollo social o alteraciones conductuales.

Una de las opciones es buscar un centro de educación especial, en los que se forma a los alumnos con diferentes necesidades. No todos deben tener discapacidades motrices o psíquica, algunos presentan otras características como sobredotación, , trastornos… Generalmente, cuando hablamos de centros de educación especial, todos los empleados y educadores que trabajan en ellos tienen formación específica.

También hay la opción de buscar una escuela que tenga una metodología de educación inclusiva. Normalmente, en ellos apuestan por centros que respondan a las diferentes necesidades de cada alumno, sea cual sea su condición física o psíquica. En estos casos, el profesorado debe estar preparado para integrar a todos los niños, sea cual sea su condición, discapacitados o no, autistas o no, en sus aulas. Además, en algunos casos deben contar con profesores de especializados, logopedas o maestros de apoyo.