“Te voy a meter en un internado”. Esta es una frase que, hasta hace no muchos años, los padres y madres usaban mucho como una amenaza. Y es que, hay veces en que los internados para niños rebeldes pueden plantearse como una vía de escape para los padres de niños con mal comportamiento.
Pero, ¿son realmente una buena alternativa para estos casos de rebeldía? ¿Te gustaría ser un experto en Psicología infantil y valorar el impacto de una decisión así? Entonces, no te pierdas nuestro Máster en Psicología Infanto Juvenil online. Y ahora, vamos a hacer un pequeño análisis sobre qué pros y contras tienen los centros educativos con residencia o internados. ¿Te vienes con nosotros?
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Los internados para niños rebeldes
Hablar sobre internados puede ser un tema complicado. Sobretodo por los prejuicios que se tienen sobre estos centros educativos con residencia.
Cabe destacar que, en algunos países del mundo, este método educativo se considera un privilegio. En cambio, en nuestro país, hay quienes lo conciben como una opción de castigo o amenaza. Un recurso de un padre o un madre (o ambos) que “ya no sabemos que hacer con nuestro hijo”.
Por eso, generalmente, tenemos la idea de que los internados para niños rebeldes son malos instalada en el imaginario. Aun así, poco a poco, las cosas van cambiando. Ahora, incluso podemos hablar de pros y contras de estos centros educativos. ¿Los vemos?
Pros de los internados para niños rebeldes
Este apartado puede ser complicado de entender si no lo miramos con la mente abierta. Es cierto que, probablemente todos, cuando imaginamos un internado imaginamos un infierno. Pero no tiene porqué ser así. De hecho, ya hemos dicho que en otros países como el Reino Unido este modelo educativo se considera un privilegio.
Y es que además de nombrarlo como internado, otro nombre menos “peyorativo” sería el de centro educativo con residencia. ¿Qué pros puede aportar un internado en la educación de nuestros hijos?
Formación excelente:
Si generalizamos, la principal ventaja de los internados para niños rebeldes es su calidad formativa. Normalmente, estos centros no solo tienen profesionales de la psicología infantil. Sino que además una de sus máximas es la de ofrecer una formación de calidad para que los niños tengan un buen futuro. Tanto a nivel personal, como a nivel laboral.
Convivencia
Al no ser los únicos de la “casa”, los niños aprenden a convivir junto a otros jóvenes. Aunque pueda no parecer una buena idea, convivir con otros niños en un entorno educativo también tiene pros. Por ejemplo, en estos inmuebles los jóvenes aprenden a ser más autónomos gracias a la poca dependencia hacia sus padres. La disciplina de estudio y formación de estos centros también fomenta el crecimiento personal.
Valoración personal
En estos centros, los niños y jóvenes aprenden a apreciar mucho más algunos factores. Podrían ser por ejemplo, el esfuerzo, el compañerismo o el orden. Estos factores también influirán directamente en la personalidad o carácter del joven.
Clases reducidas
Normalmente estos centros educativos tienen una política de ratio de alumnado por clase bajo. De esta manera, la atención del profesorado es más personalizada. Además, este factor aumenta la motivación y el involucramiento en el proceso formativo.
Contras de los internados para niños rebeldes
Este grupo de opiniones también tiene adeptos. Hay que destacar que algunos padres priorizan unos factores y, otros, otros. Aun así, una de los contras más utilizados es el de la distancia entre niño y familia. El factor que el niño resida fuera del hogar familiar puede tener repercusiones varias. Sin embargo, esta no es la única desventaja que podemos encontrar sobre los internados. Demos un repaso a los principales contras esgrimidos ante los internados.
Tarifas
El precio de un internado para niños rebeldes no es insignificante. Plantear esta opción para el aprendizaje de nuestro hijo debe ser viable económicamente. Esta podría considerarse una de las desventajas más evidentes de los centros con residencia.
Alejados de la familia
La educación de nuestros hijos va a tener lugar fuera del núcleo familiar. Aunque tenga una excelente formación a nivel académico, su “casa” será el internado. Esto puede provocar diferentes situaciones que estudia la psicología infantil. Una sería que el niño mostrase un evidente desapego familiar. Y la otra posibilidad es que el niño tenga algún problema emocional pensando que sus padres no le quieren.
Método de castigo
Inscribir en un internado para niños rebeldes a nuestro hijo no vale como método de castigo. Sobretodo si los problemas se deben a conflictos familiares. Algunas investigaciones han determinado que ingresar a un joven con problemas de comportamiento o psicológicos en un centro con residencia puede ser contraproducente.
Además, este es uno de los puntos en los que debemos recordar que lo mejor que podemos darle a nuestros hijos es una buena educación. Y esta pasa por valorar si la salud mental de nuestro hijo estará en riesgo si entra en un internado.
La terapia psicológica para niños rebeldes
Es normal que los jóvenes y adolescentes pasen por una etapa de rebeldía. Generalmente, ésta ocurre cuando llega la adolescencia o pubertad. Generalmente, los principales problemas en la adolescencia tienen relación con:
- Estrés
- Propia imagen
- Cambios de humor y desapego
- Problemas alimenticios
- Malas influencias
- Depresión o tristeza
Aunque entren dentro de los parámetros de lo usual, hay que estar atentos. Si detectamos que estos problemas se vuelven crónicos, acudir a una consulta de un psicólogo especializado es la mejor opción.
¿Qué opinión te merecen a ti estos centros educativos? ¿Crees que son una buena opción para la educación de nuestros pequeños o, en cambio, lo consideras un error?