Uno de los procesos más complejos durante la niñez que puede marcar la autonomía del bebé es el control de esfínteres. El momento de dejar el pañal es un paso muy importante en la infancia y requiere de una serie de pasos para que se realice con éxito. ¿Quieres saber cuáles son? No te pierdas nuestro blog o aprende de manera profesional con nuestra Maestría de Auxiliar en Pediatría. Especialízate en esta área de la salud de la mejor manera.

¿En qué consiste el control de esfínteres?

Controlar los esfínteres es la capacidad que tiene el niño de aprender a ir al baño una vez deja de usar el pañal. Consiste en un proceso a través del cual el bebé aprende a controlar su vejiga e intestinos. Esto puede darse a ritmos distintos según el bebé.

Aún así, es fundamental crear un entorno relajado para el niño y una actitud de empatía como padres y educadores, para que se sienta tranquilo y apoyado en todo momento.

Antes de que el pequeño controle los esfínteres, es básico que conozca su cuerpo y sus funciones básicas para que entienda cómo puede adaptarse al cambio.

¿A qué edad dejan el pañal?

Según los profesionales pediatras, la edad para que los niños empiecen a percibir las sensaciones y a controlar las ganas de orinar es a los dos años. A partir de ese momento, se recomienda empezar a sentarles en el retrete o en el orinal para que se vayan acostumbrando a ir al baño.

Sin embargo, la edad en la que el niño aprende a dejar el pañal puede cambiar mucho, ya que cada uno tiene su propio ritmo de adaptación.

La gran mayoría de niños aprenden a gestionar la micción entre los dos y los tres años, y antes de los cinco si hablamos de continencia nocturna. En este caso, es importante que primero sepan controlar los esfínteres durante el día y cuando esto pase, se les quita el pañal en la noche. Para ello, se recomienda que hagan pipí antes de acostarse y que no beban muchos líquidos antes de dormir.

Trucos para que mejore su control de esfínteres

Para que los niños vayan al baño efectivamente, hay que evidenciar en ellos una maduración a nivel neurológico, psicológico y fisiológico. También, hay diversas técnicas que ayudan a olvidar el uso del pañal de manera más fácil.

Crear rutinas para ir al baño

Una buena idea es ayudar a los niños colocando un adaptador de inodoro u orinal para que vayan familiarizándose con la rutina de ir al baño. Otra cosa que les puede facilitar el proceso es acompañarlos con autonomía para que vayan aprendiendo por su cuenta. Pero recuerda, si los niños no quieren ir al baño, no hay que forzarlos.

Ser ejemplo de hábitos

Si el pequeño ve que su padre o su madre va al baño de manera recurrente y natural, puede aprender mejor lo que debe hacer. Incluso, querrá repetir la misma acción. La imitación es la mejor manera de aprender a controlar los esfínteres en los niños.

Crear un entorno tranquilo

Acomodar el baño para que sea un espacio tranquilo y apetecible es una de las claves para que los niños puedan dejar el pañal. Lo primero que hay que hacer es poner el adaptador en el WC o colocar el orinal o bacinilla.

También, es relevante que el pequeño no vea el baño como un lugar aburrido y que se relacione a las normas. Crear momentos de juego en la hora del baño puede ser una buena estrategia para cambiar esa percepción.

Dejar el pañal en verano

El verano es una gran época para aprender el control de esfínteres y dejar el pañal. La razón de esto es que los pequeños llevan poca ropa y disponen de más tiempo libre para gestionar mejor el proceso. Además, como hay más calor en verano, beben más líquidos y esto incrementa sus ganas de ir al baño. Por eso, las oportunidades para enseñarle a tener el hábito son muchas más. 

Sentados primero

Para hacerlo más fácil al principio, lo mejor es que niños y niñas empiecen a orinar sentados. Así, será mucho más cómodo para aprovechar la ocasión si también quiere defecar.

Demostrar satisfacción

Cuando el pequeño aprende a ir al baño por sí solo y va logrando deshacerse del pañal, lo mejor es felicitarle y aplaudirle por ello. Demostrarle satisfacción puede motivarle a seguir con su hábito y su proceso de dejar el pañal.