“Todo niño es un artista, el problema es seguir siendo un artista cuando creces”. Fue Pablo Picasso quien popularizó esta frase tan acertada. Y es que, durante la infancia, todos somos, en mayor o en menor medida, seres creativos. Nos entretenemos con juegos inventados, pintamos formas imposibles de entender sin la creatividad. Sin embargo, nuestras dotes artísticas van mermando con el tiempo. ¿Qué pasa con ellas cuando crecemos? ¿Por qué deja de desarrollarse? En parte, lo ataja nuestro sistema educativo y, por la otra, nuestro desarrollo propio. Por ello, una de las tareas más importantes del centro infantil es fomentarla. ¿Te interesa este tema? No te pierdas nuestro Curso Auxiliar de Guardería. Con el te convertirás en un experto de la educación infantil.

Sin embargo, vayamos al grano. ¿Qué implicación tienen los centros infantiles en la creatividad de los niños? ¡Sigue leyendo!

 

El poder de la imaginación

La imaginación como fuente de creatividad es una herramienta muy útil que lamentablemente vamos dejando de usar a medida que crecemos. Los motivos por hacerlo son muy variados. Algunos nos inclinamos, poco a poco, al pensamiento más racional. Otros dejamos de pensar diferente por el qué dirán. Sin embargo, tener una mente creativa puede ayudarnos mucho y reporta beneficios tales como:

– Ayuda a encontrar soluciones a problemas. Mientras que algunas personas se quedan en blanco, una persona creativa es capaz de contemplar más opciones.

– Fomenta la curiosidad, lo que nos hace estar siempre aprendiendo.

– Nos hace tener más confianza en nosotros mismos. Esto es debido tanto a la capacidad de encontrar soluciones, como a la curiosidad, que aporta conocimientos. Ambos elementos hacen que sepamos actuar frente a cualquier situación.

 

¿Qué factores influyen en la creatividad?

Los niveles de creatividad empiezan a descender generalmente a edades tempranas. El sistema educativo actual nos lleva a rutinas de aprendizaje basado en la lógica. Y, según el curso en el que los niños están, la expresión de sus propias opciones y preferencias es cada vez menos usual. Aún así, todo tiene matices y algunos de los factores externos que influyen son:

– El apoyo que tenga en casa a la hora de ser él mismo.

– Su propia personalidad y seguridad.

– El fomento de la creatividad en el centro infantil.

 

Ideas para el centro educativo

En la primera etapa educativa todavía se puede potenciar y proteger la creatividad. Debe formar parte de la dinámica diaria, junto con la motivación, la curiosidad y la imaginación. Todas están muy relacionadas y son básicas en la enseñanza, en especial en esta etapa infantil. Vamos a ver algunas ideas que ayudan a potenciar estas importantes habilidades.

 

Libertad de expresión

Promover la libertad de expresión en el aula infantil es uno de los primeros pasos que se deben dar. Igualmente ocurre en nuestro hogar. Debemos permitir que puedan expresarse libremente, sin coartarles ni guiarles hacia nuestra opinión. Por ejemplo, si tienen curiosidad por cualquier tema que nos coja por sorpresa, no debemos censurarles o expresarles nuestra incomodidad. En estos casos, lo mejor es sacar nuestra mejor arma: la creatividad. Reconduce el tema suavemente. Esto evitará que el niño sienta que ha hecho algo mal y no evitará volver a expresarse por miedo.

 

Lluvia de ideas

A diferencia del punto anterior, en el que nos referimos a la expresión espontánea de un alumno, aquí nos referimos a animarlos. Motivarlos a comentar determinadas situaciones y dar su opinión es una herramienta poderosa. Irán cada vez animándose más a expresar sus propias ideas y aprenderán a respetar la de los compañeros.

Otra forma de trabajar este aspecto es pedirles que imaginen situaciones disparatadas sobre algún tema. Perderán la vergüenza y pensarán las ideas más descabelladas, lo que estimula la creatividad.

 

Experimentar

Cuando se experimenta sobre algo que se ha aprendido, esto se fija mejor. Además, se pueden aportar nuevas ideas sobre el aprendizaje en la clase, porque se ha integrado, se está viviendo. Esto, además, es adaptable a todas las edades, desde el centro infantil hasta los cursos superiores. ¡E incluso en casa! ¿Por qué no le preguntáis al peque qué ha hecho en clase y pensáis juntos cómo podéis experimentarlo?

 

Trabajar en equipo

Poder trabajar juntos es una fantástica forma de estimular la creatividad. Este punto, como el anterior, podemos abordarlo durante todas las etapas del desarrollo infantil. En el centro infantil ya se puede estimular el trabajo en equipo. Dos mentes trabajando juntas encuentran más soluciones, cooperan y aprenden del otro. Es una buena habilidad que incorporar para toda la vida.

 

Investigar

Con tareas adaptadas a la edad, debemos darles la oportunidad de conocer las cosas por sí mismos. Así los más pequeños conocerán su entorno en el centro infantil: los materiales, los olores, los colores. En el aula y en el patio. Según crezcan, podemos darles distintos juguetes o aparatos cuyo funcionamiento deban descubrir.

 

Pintar

El famoso poder del arte, por donde empezábamos el post. Ya sea coloreando, dibujando e incluso moldeando. La libertad de desarrollo que ofrece el arte es un fomento directo de esta creatividad. Se acabó lo de corregir a un niño durante una clase de “dibujo libre”. Si es libre, no hay normas en cuanto a la técnica, los materiales ni el resultado. No debemos decirles que el cielo no puede ser marrón. Tampoco podemos decirles que se han salido del dibujo al colorear o que han apretado mucho los lápices. Cada niño debe expresarse libremente y no es buena idea opinar negativamente sobre el dibujo. Obviamente, no estamos hablando de la asignatura de Dibujo técnico, sino de colorear libremente en el centro infantil.

 

Jugar

Tal vez muchos pienses que un centro educativo no es lugar para jugar, salvo en la hora del recreo. Lo cierto es que en este entorno se puede potenciar mucho el juego creativo. Sea como sea, en la escuela pueden jugar y dejarse llevar por su imaginación. Pocas cosas fomentan tanto la creatividad como los juegos infantiles.

 

Leer

La magia de la lectura no tiene edad. Desde bien pequeños debemos encontrar un rato para leerles. Lo mismo ocurre en la escuela infantil. Leerles historias fantásticas de todo tipo cuando aún no saben leer es la mejor manera de iniciarles. Su mente se abre a otros mundos y están deseando aprender a leer para hacerlo por su cuenta. También debemos hacer que siempre tengan acceso a libros adecuados a su edad. De este modo, su cerebro estará en modo creativo desde edades bien tempranas.

 

Potenciar la creatividad desde el centro infantil

Nosotros ya somos como somos. Podemos mejorar o tratar de cambiar, pero no tenemos la plasticidad del cerebro de un niño. Es nuestra responsabilidad, desde el hogar y desde el jardín de infancia, velar porque su creatividad no abandone su día a día.