Los juegos de velocidad son divertidos y entretienen de gran manera a los niños y las niñas. Además, son comunes en la educación física porque potencian la coordinación, el trabajo en equipo y otras habilidades que veremos a continuación. ¿Te gustaría aprender más del tema? Sigue leyendo o consulta nuestra oferta formativa de de ocio y tiempo libre infantil y juvenil.

¿Qué son los juegos de velocidad?

Son actividades que trabajan la rapidez para poder superar determinadas metas. Por ello, los juegos de velocidad son una gran herramienta para ayudar a los niños a superarse a sí mismos, así como para guiarles en el desarrollo del juego.

De la misma manera, la velocidad aplicada en estas actividades fomenta el esfuerzo, la agilidad, la fuerza, la inteligencia y la técnica. Y es que hacer competencias de carrera puede favorecer un completo desarrollo en los niños al mantenerse más activos y trabajar diferentes tipos de actividades.

¿Cuáles son sus beneficios?

Los juegos de rapidez, como las carreras generan diversos beneficios en el desarrollo infantil. A continuación, te presentamos algunos de ellos:

  • Mayor fuerza y resistencia.
  • Mejoran el funcionamiento del sistema respiratorio y el cardiovascular desde la infancia.
  • Reducen los tiempos de reacción frente a ciertos estímulos externos.
  • Desarrollan la coordinación psicomotora.
  • Mejoran el tono muscular.
  • Propicia las habilidades y la revisión de los posibles fallos en la técnica del ejercicio.
  • Aumenta la velocidad de ejecución de movimientos específicos.

Tipos de juegos de velocidad

Tanto para los monitores infantiles, como para madres y padres que quieran gestionar actividades divertidas, los siguientes juegos de velocidad  son una buena alternativa para entretener y educar a los más pequeños.

Carrera de costales

La carrera de sacos es un juego típico que consiste en que cada niño o niña se coloque en un saco hasta la cadera y llegue a la meta a través de brincos coordinados. Esta actividad se recomienda a partir de los siete años y se requieren más de dos participantes. Independientemente de los obstáculos y caídas que se den por el camino, gana el niño que llegue antes a la meta.

Amarres en pareja

En este tipo de juegos de velocidad los niños se atan del pie en pareja y, así amarrados, deberán manejar el movimiento en conjunto para realizar la carrera y llegar hasta la meta. Con ellos se fomenta la coordinación, la agilidad y el trabajo en equipo.

Carreras con obstáculos

Las carreras con obstáculos añaden dificultad para alcanzar la victoria. Además de la velocidad, es importante tener otras aptitudes activas como la agilidad mental y la capacidad de movilidad articular. Por ello,  es una gran opción para trabajar estos aspectos, más allá de lo que implique ganar una carrera tradicional.