Los niños desarrollan las habilidades desde edades muy tempranas. Aprender a estudiar, a escribir, o a leer son capacidades que cuanto antes sean inculcadas, mejor. Así, el niño se familiarizará con estos hábitos desde pequeño y será más autónomo en el aprendizaje.
En el post de hoy nos centramos en el estudio en la infancia. ¿Qué técnicas y estrategias pueden ayudar a estudiar a los más pequeños? ¡Lo vemos! Y si quieres formarte como educador puedes cursar el Máster en Atención Temprana + Máster en Coaching y en inteligencia Emocional Infantil y Juvenil
Índice de contenidos
Cómo crear el hábito de estudio en los niños
En las primeras etapas educativas es esencial que tanto padres como educadores sepan detectar, prevenir y corregir las dificultades que pongan en riesgo el rendimiento académico. En este sentido, para crear el hábito de estudiar, hay que aplicar medidas que fomenten el esfuerzo y la motivación desde el inicio de la escolaridad.
Para conseguir que se pongan a estudiar es importante prestar atención a las siguientes pautas:
- No hay que esperar a que sean mayores para que se comprometan con el estudio. La creación de esta tarea debe inculcarse lo antes posible, al igual que se hace con las rutinas de higiene, comida y descanso.
- Para empezar a habituarles, pueden dedicarse a dibujar, colorear, leer algún cuento, hacer manualidades… De esta forma se estará creando una rutina de “trabajo y estudio”.
- Con el fin de evitar distracciones, también hay que establecer un lugar donde puedan aprender a estudiar sin distraerse. Acondicionar un espacio de la casa para ellos facilitará que se concentren y organicen mejor.
- No hay que olvidar el hecho de valorar su trabajo. Elogiar su esfuerzo les hará sentirse más motivados y satisfechos por las tareas realizadas.
Técnicas de estudio y concentración para niños
Las técnicas de estudio útiles para cada niño pueden variar en función de sus capacidades. Tampoco hay una técnica mejor que otra, todo depende de cada caso. Hay alumnos que tienen un historial brillante sin dedicar demasiadas horas al estudio. Otros, tienen un alto coeficiente intelectual pero tienen resultados bajos… Eso sí, hay una serie de métodos que siempre ayudan a fomentar el hábito de estudiar. A continuación te contamos cuáles, ¡toma nota!
1.- Brainstorming
Es uno de los métodos más tradicionales. Se trata, además, de una buena opción para estudiar en grupo. Así cada uno aporta su conocimiento y todos aprenden de todos. Es muy sencillo: primero se estudia de forma individual y después todos pueden poner en común lo aprendido. De esta manera revuelven dudas, repasan y asimilan mejor los conceptos.
2.- Método Pascal
Esta es una de las técnicas más efectivas para aprender a estudiar. Consiste en leer de forma rápida para coger la idea general del texto y, después, se hace una lectura compresiva subrayando y esquematizado lo que sea necesario para retenerlo más fácilmente.
3.- Pensamiento visual
Estimular la memoria visual en la infancia es muy positivo para facilitar el estudio. De hecho, es una de las estrategias de aprendizaje más eficaces. Cuando hablamos de pensamiento visual – visual thinking – nos referimos a aprovechar la capacidad del dibujo para sintetizar contenidos.
4.- Esquemas y resúmenes
Representar las ideas en forma de jerarquía ayuda a sintetizar los conceptos. Hacer esquemas y resúmenes es muy práctico para que los niños estudien fácilmente lecciones más densas como las que se dan en ciencias naturales o sociales. Situar el tema principal en el centro de manera que conecte con las ideas secundarias mediante flechas es una buena técnica de estudio.
Tips para aprender a estudiar en la infancia
Para acabar, te damos algunas estrategias para conseguir que los niños se impliquen con sus tareas escolares y se habitúen al estudio. La organización, la motivación y el entorno son aspectos que juegan un papel fundamental.
1.- Organización
Es la base que deben adquirir los niños para aprender a estudiar sin que ello suponga un problema. Es conveniente que utilicen agendas para planificar su tiempo. Así, podrán disfrutar de su tiempo libre, dedicarse a las necesidades básicas (comer, dormir…) y ocuparse de las tareas escolares. ¿Algunas pautas para lograrlo? Programar todas las actividades, no dejar el estudio para el último momento y separar claramente los deberes de la diversión.
2.- Lugar de estudio libre de distracciones
Encontrar un espacio donde puedan concentrarse y dedicarse a las labores escolares hará que se concentren mejor sin entretenerse con otras cosas. Por ejemplo, si estudia en una habitación en la que tiene la consola o la televisión, será más probable que se despiste y olvide la responsabilidad de estudiar.
3.- Crear una rutina de estudio
No hay que esperar a que el niño tenga un examen para ponerse con las tareas. Debe ser un trabajo gradual que vaya haciendo, sin esperar al último momento. Reservar un ratito cada día para dedicarlo a los trabajos escolares es una rutina que deberá adquirir.
4.- Hacer uso de esquemas
Los esquemas, mapas conceptuales, resúmenes y técnicas de subrayado son métodos que mejorarán su aprendizaje. En los niños, aprender a estudiar así es mucho más factible que memorizar y repetir lo leído.
5.- Repasar
Es fundamental para asegurar todo lo aprendido y evitar que el alumno quede en blanco el día de un examen o de una presentación oral. Si no se revisa lo estudiado, podrá tener una idea del tema en su memoria, pero no terminará de expresarlo claramente. Para repasar es muy óptimo hacer fichas de síntesis, tablas, fichas de preguntas/respuestas…
6.- Generar motivación
El hecho de que un niño tenga interés en lo que hace hará que se comprometa mucho más con la tarea. Ayudarles a fijar metas reales y valorar su implicación pueden contribuir a aumentar su motivación. Si crees que tu hijo puede estar desmotivado, lo más importante es detectar qué lo está ocasionando y actuar para solucionar el problema, que puede deberse a factores externos, de tipo familiar, por ejemplo.
7.- Explicar la lección a los demás
Otro de los tips para aprender a estudiar es explicar la lección. Según algunas investigaciones, muchos alumnos retienen mejor los conocimientos al explicarlos a los demás a su manera.
8.- Ejercitar su memoria
Así mejorará su capacidad de concentración, aumentará su atención y entrenarán la memoria visual. Los juegos de memoria son una buena alternativa para potenciar estos beneficios.