Si eres mamá o papá, o incluso educador o educadora, este post es lo que estabais buscando. Seguramente habrás oído algo sobre el auge que están viviendo las prácticas de estimulación sensorial. Sin embargo, también es muy posible que tengas decenas de dudas sobre qué es exactamente, cuáles son sus objetivos y para qué niños está indicada. ¡Tranquilos! Hoy, te traemos el post definitivo para que conozcas todos los entresijos de esta tendencia. ¿Te quedas? ¡Genial, vamos!

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¿Qué es la estimulación sensorial?

Estrictamente hablando, la estimulación sensorial puede definirse como el proceso mediante el cual el sistema nervioso capta información del entorno a través de los sentidos. Esta información se traslada al cerebro y permite sacar conclusiones: esto está frío, hay mucho ruido, no me gusta esta comida…

Este proceso sienta las bases de cualquier tipo de aprendizaje. De hecho, es el primero paso en el desarrollo de las funciones cognitivas básicas y la puerta de entrada para desarrollar las funciones cognitivas superiores como pueden ser la resolución de problemas o la creatividad. Es, por lo tanto, un concepto muy importante en el ámbito de la pedagogía que no se puede quedar sin explorar.

¿Para qué sirve la estimulación sensorial?

Hablar de un tema como el que nos ocupa hoy sin tener claros sus objetivos no tendría mucho sentido. Por eso, vamos a empezar por el principio. ¿Cuáles son las principales finalidades de este tipo de ejercicios? ¡Atentos!

La estimulación sensorial sirve para activar los diferentes sentidos del pequeño. Un hecho que, aunque parece simple a primera vista, no lo es lo más mínimo. Una buena estimulación de los sentidos permite una entrada de información fluida en las áreas cerebrales más activas.

Es decir, la estimulación sensorial tiene como objetivo final favorecer la activación de algunas áreas del cerebro. Lo que repercute directa y positivamente en la estimulación de los circuitos encargados del aprendizaje general y específico.

¿Cuáles son los diferentes tipos de estimulación sensorial?

Pues efectivamente, la respuesta es sí. Estos ejercicios, que se suelen aplicar en proyectos de estimulación temprana, pueden dividirse en dos tipos:

  • Estimulación multisensorial: Las experiencias o ejercicios que se realizan están enfocadas a la estimulación simultánea de varios sentidos. Este tipo de actividades permiten un mejor desarrollo de su integración sensorial.
  • Estimulación unisensorial: Las actividades de este tipo sólo están enfocan sus estímulos a potenciar un único sentido por experiencia.

Cada uno de estos tipos se puede aplicar exclusivamente o, por otro lado, alternamente en diferentes sesiones. Siempre dependerá de la prescripción de los pedagogos, médicos o psicólogos del pequeño. Ellos determinarán qué sentidos conviene más estimular en cada momento.

¿Para qué niños está indicada la estimulación sensorial?

Lo cierto es que estas sesiones de estimulación están indicadas para todos los niños. Sin embargo, se recomienda que los pequeños que tengan algún tipo de diversidad funcional, acudan a un profesional antes de poner en marcha cualquier plan de estímulos.

Por un lado, los niños sin diversidad funcional pueden someterse a sesiones para el impulso de su desarrollo general. Estos ejercicios impulsan y favorecen su correcto desarrollo. Además, con los ejercicios, se podrán detectar posibles deficiencias de manera precoz.

En cambio, con niños que tengan algún tipo de dificultad en las áreas de la comunicación, motoras, sensoriales o cognitivas, las sesiones deberán ser dirigidas. Eso no significa que no se les pueda estimular con ejercicios, pero siempre nos los deberá haber indicado un profesional.

¿Cómo se trabaja la estimulación sensorial? Ejemplos de ejercicios

Como ya habíamos comentado, aquí van unos pocos ejercicios de estimulación sensorial que se pueden poner en práctica en casa. Si te surgen dudas para vuestros pequeños en concreto, te recomendamos que te pongas en contacto con tu pedagogo o pediatra de referencia.

  • ¡A la playa!

Sí, sí, como lo oyes. Cuando tengáis ocasión, planea un divertido día a la playa. En ella tu bebé podrá experimentar con múltiples sensaciones a la vez. Entre otros, uno de los sentidos más beneficiados será el del tacto. Deja que experimente cómo se siente cuando se acaricia la arena. El tacto de la arena mojada y la sensación de qué ocurre cuando el agua alcanza nuestros pies.

  • Espejito, espejito…

Si sois mamás o papás, seguramente ya sabréis cuánto les apasiona mirarse en los espejos. Este es un magnifico ejercicio de estimulación sensorial dirigida a su vista. Aprovecha también para ponerlo en práctica cuando se haya ensuciado pintado, por ejemplo. Verse llenos de colores les suele resultar muy llamativo.

  • Lluvia de estrellas

Si tenéis ya cierta edad, recordaréis ese mítico programa de televisión de ‘Lluvia de Estrellas’. Convierte tu salón en un escenario y hazte con un “micro” (cualquier objeto con el que no pueda dañarse tu peque). Inventarse canciones y conseguir que el bebé se sienta interesado por ellas es un gran ejercicio de estimulación auditiva.

  • Ruidos por todos sitios

Mamá y papá han buscado todos los objetos de la casa que puedan hacer ruidos curiosos. Con este juego de estimulación potenciaréis su oído, pero también su diversión. Hazte con un juego de llaves, un bote con moneditas o un sonajero. Cuanto más extraños sean los ruidos, más atención captaremos del peque. Con algunos ruidos se sentirá más cómodo, con otros menos. Lo importante es que lo paséis bien juntos mientras descubrís nuevas cosas juntos.

  • Sabe a…

Prepara unos botecitos con diferentes alimentos dentro. Con este juego puedes potenciar su sentido del gusto. Un truco con el que podrás potenciar más este sentido es que le tapes los ojitos con algún pañuelo. Siempre que el peque no tenga miedo a la oscuridad, claro.

Ejercicio extra para trabajar la estimulación sensorial:

Aquí va un truco extra para aquellas mamás, papás o educadores que tengáis especial facilidad con vuestras dotes creativas. ¡Sacad vuestras libretas o listas de la compra! El plan es que os hagáis con diferentes materiales que os permitan crear diferentes actividades o experiencias sensoriales.

Algunos de ellos podrían ser globos, tiras de plásticos diferentes, cepillos, esponjas o materiales naturales como paja, hojas secas y arena. Seguro que con ello se te ocurren algunas actividades que construir enfocadas a diferentes sentidos.

Por ejemplo, con un simple globo puedes construir una experiencia sonora (hinchándolo y deshinchándolo). Pero también puedes rellenarlo de arena, arroz y un poco de agua para que el peque pueda experimentar las sensaciones que da esto al tacto. Ya lo sabéis, ¡la imaginación y la creatividad serán vuestras mejores aliadas en el ejercicio de la estimulación sensorial de vuestros hijos!